Los no shows son aquellas reservas donde finalmente nadie se presenta y no avisan o cancelan, puede estar representando una media del 3% de las reservas. Por su lado, los chargeback se emplean para proteger a los consumidores cuando el servicio no ha cumplido sus expectativas o bien en caso de robo de sus tarjetas.
Más allá del concepto, estos términos afectan significativamente a los hoteleros y es que, en el caso de los no shows, por ejemplo, cuando el hotelero va a cobrar al cliente la penalización por no haberse presentado, la operación puede ser no autorizada por el cliente debido a que la operación no ha sido autenticada en el momento de la reserva y en este caso, el hotelero se queda sin poder cobrar esa penalización.
Pero, todavía es peor el chargeback, puesto que, aunque debería ayudar a que no existan fraudes, lo cierto es que un cliente al que el hotel le ha realizado un cargo, en modo no seguro o lo que es lo mismo, no autenticado, puede disfrutar de los servicios y luego devolver el pago alegando ciertas argumentaciones que la ley protege.